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La Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá ha dado un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad vial en la capital colombiana al anunciar la incorporación de un total de 450 agentes civiles de tránsito. Estos nuevos agentes están destinados a formar parte de la operación de control y apoyo al ciudadano en Bogotá, y se espera que desempeñen un papel crucial en la ejecución de medidas destinadas a garantizar la seguridad en las vías y el cumplimiento de las normas de tránsito en la ciudad.
La medida no se limita solo a la inclusión de personal adicional, sino que también pone de relieve las acciones de control y sanciones que ya se han llevado a cabo a lo largo de 2023. Según datos proporcionados por la entidad, hasta el 30 de septiembre, se han programado 2.955 operativos de control de velocidad en las vías, lo que ha resultado en la imposición de 10.589 órdenes de comparendo por incumplimiento de la Ley Julián Esteban.
La Secretaría estima que, al concluir el año, habrán programado un total de 3.970 puestos preventivos y sancionatorios de control de velocidad. Estos puestos se ubicarán estratégicamente en zonas con altos índices de siniestralidad vial, teniendo en cuenta registros mensuales y anuales, censos diarios de velocidad de circulación, condiciones geométricas de las vías, iluminación y la ubicación de cámaras de fotodetección de infracciones.
Nathaly Patiño, directora de Control y Transporte de Bogotá, subrayó la importancia de esta iniciativa en la lucha contra la problemática de la siniestralidad vial, que no solo afecta la movilidad de la ciudad sino que también tiene un impacto en la salud pública. La incorporación de estos 450 agentes tiene como objetivo aumentar la presencia en las vías, realizar controles de velocidad y, en última instancia, mejorar la seguridad vial en la capital. Actualmente, la ciudad cuenta con un total de 1.200 uniformados entre Agentes Civiles y la Seccional de Tránsito, lo que representa un refuerzo considerable en la vigilancia y control en las vías.
En cuanto a la ubicación de los controles de tránsito, la Secretaría de Movilidad ha proporcionado datos oficiales que indican que estarán concentrados principalmente en vías arteriales, donde las dimensiones de la calzada permiten desarrollar velocidades superiores a los límites establecidos, que generalmente se sitúan en 50 km/h. Los corredores priorizados para estos controles incluyen avenida Boyacá, la autopista Sur, la avenida NQS, la calle 13 y la calle 80.
Conducir a velocidades superiores a los límites máximos permitidos (30 km/h en zonas residenciales, hospitales y escolares; y 50 km/h en carriles y vías de alto flujo vehicular) es considerado una infracción C29, sujeta a una sanción de cinco salarios mínimos legales diarios vigentes, lo que equivale a $522.900. Sin embargo, en este caso, no se inmovilizará el vehículo.
Finalmente, la Secretaría de Movilidad ha emitido una serie de recomendaciones a los actores viales para que respeten los límites de velocidad, cumplan con las normas de tránsito y eviten ser multados por incumplimiento de la ley. Estas recomendaciones incluyen ajustar la velocidad de acuerdo con las señales y las condiciones de movilidad, mantener una distancia segura entre vehículos, tener en cuenta el estado del clima, evitar distracciones al volante, planificar el viaje con anticipación, revisar el vehículo antes de salir, y conducir de manera consciente y preventiva.
Con esta ambiciosa iniciativa, Bogotá busca no solo reducir la siniestralidad vial, sino también promover una cultura de conducción segura y responsable en la ciudad.