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La relación entre un niño y su mascota es única y profunda, llegando a considerar a estos animales como miembros adicionales de la familia. La intensidad de este vínculo se ve reforzada aún más cuando la mascota llega antes del nacimiento del niño o ha compartido gran parte de su vida con él. En muchos casos, estos compañeros peludos se convierten en juguetones cómplices y, a veces, en guardianes de seguridad para los más pequeños. Carolina González compartió su experiencia con Simba, la perra que cuidaba de sus hijos Leo y Alejo cuando eran pequeños, describiendo cómo sentía que la mascota contribuía a la crianza al permitirle dejar a sus hijos solos en su compañía.
Los beneficios de tener una mascota para los niños han sido respaldados por la ciencia, que destaca la liberación de oxitocina relacionada con el sentimiento de amor incondicional, además de la promoción de responsabilidad, empatía y comprensión en edades tempranas. Adela Martínez Gómez, terapeuta en duelo y pérdidas, subraya la importancia de estos animales como referentes de seguridad, ayuda para superar miedos y apoyo emocional para los niños.
Sin embargo, la conexión única entre niños y mascotas también significa enfrentarse a la difícil tarea de afrontar su fallecimiento. Para los niños, este puede ser su primer encuentro con la muerte, presentando un desafío emocional significativo. La psicóloga sanitaria perinatal Diana Sánchez destaca la oportunidad de aprender sobre el duelo y la vida de manera correcta, pero reconoce la complejidad de este proceso, especialmente cuando la pérdida de una mascota precede a otras experiencias de duelo, como fue el caso de Simba y la abuela materna para Carolina González.
El proceso de duelo implica la aceptación de la realidad de la muerte de la mascota y la gestión de emociones asociadas, como tristeza, añoranza e ira. Patricia Díaz Seoane, psicóloga especializada en duelo, enfatiza la importancia de hablar con franqueza a los niños, adaptando la verdad a su edad y validando sus emociones. La participación en ritos de despedida, como escribir cartas o enterrar objetos, se presenta como una herramienta valiosa para avanzar en el proceso de duelo.
La pregunta sobre cuándo es apropiado introducir otra mascota en el hogar surge inevitablemente. Se destaca la importancia de esperar el tiempo suficiente para completar el duelo en todas sus fases y no buscar una sustitución inmediata. La psicóloga Adela Martínez Gómez ofrece pautas específicas según la edad del niño, destacando la necesidad de adaptar el abordaje a las etapas de desarrollo emocional de cada uno.
Acompañar a los niños durante el duelo por la pérdida de una mascota implica sinceridad, expresión emocional, rituales de despedida y paciencia. Estos elementos son esenciales para ayudar a los niños a comprender y superar la pérdida, brindando apoyo emocional durante este proceso crucial en su desarrollo.