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Los Sistemas de Retención Infantil (SRI) son fundamentales para garantizar la seguridad de los niños en los vehículos, ya que su función principal es distribuir las fuerzas de impacto en caso de un choque, protegiendo las áreas más vulnerables del cuerpo, como la cabeza, el cuello y el abdomen. Uno de los principales beneficios de estos sistemas es que mantienen al niño firmemente asegurado, lo que limita los movimientos bruscos durante una colisión y reduce significativamente el riesgo de lesiones.
El uso correcto de los SRI puede disminuir las lesiones entre un 90% y un 95% en los sistemas orientados hacia atrás, mientras que en los orientados hacia adelante la reducción es del 60%. Además, es importante destacar que mantener a los niños mirando hacia atrás ofrece una protección de 3 a 5 veces mayor en caso de un accidente, lo que subraya la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad.
Las cifras relacionadas con accidentes de tráfico que involucran a menores son alarmantes. Entre enero y noviembre de 2023, se registraron 101 niños fallecidos y 754 lesionados en siniestros viales. En el año 2022, la situación no fue menos preocupante, con 48 fallecimientos y 302 lesiones entre menores que eran ocupantes de vehículos. En total, 192 niños menores de 15 años perdieron la vida en accidentes de tráfico durante ese año, y lo más preocupante es que el 40% de los niños fallecidos no utilizaban un Sistema de Retención Infantil.
Estas estadísticas resaltan la importancia de educar a los padres y cuidadores sobre el uso adecuado de los SRI, no solo para cumplir con la normativa, sino para proteger la vida y la salud de los más pequeños en la carretera.