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La seguridad vial en Colombia ha sido una preocupación constante, especialmente en lo que respecta a la siniestralidad entre motociclistas, quienes representan un alto porcentaje de víctimas en accidentes de tránsito. Aunque el objetivo ideal sería alcanzar cero víctimas fatales, el camino hacia esta meta enfrenta múltiples retos.
Datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial muestran que entre 2017 y 2019, aproximadamente el 50% de las muertes en accidentes de tránsito correspondieron a motociclistas. Sin embargo, un análisis a largo plazo revela una tendencia positiva: desde 1997, cuando la tasa de mortalidad en motociclistas era de 185,6 por cada 100.000 habitantes, esta cifra ha descendido a 38,79 en años recientes. También se ha observado una reducción significativa en la cantidad de heridos por cada 100.000 habitantes, pasando de 1.589 en 1998 a 216 en la actualidad, un logro destacable considerando que el número de motocicletas en circulación ha crecido nueve veces desde entonces.
Es crucial analizar dos factores clave en estos accidentes: la responsabilidad del motociclista y su nivel de capacitación. En Medellín, por ejemplo, datos de 2012 mostraron que en el 77% de los accidentes donde hubo motos involucradas, los motociclistas no fueron los responsables directos, sugiriendo que otros factores contribuyen a la siniestralidad.
Por otro lado, los Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) también han avanzado en seguridad. Desde la implementación del Sistema de Control y Vigilancia (SICOV) en 2018, se han introducido protocolos que aseguran que los estudiantes reciban la formación adecuada y que las licencias de conducción se expidan de forma legal y regulada. Esto corrige un problema previo donde los CEA otorgaban licencias sin controles estrictos, como lo evidencian datos de 2016, cuando se expidieron cerca de 1.85 millones de licencias pese a tener solo 674 escuelas certificadas, una cifra difícilmente compatible con la normativa de capacitación.
Aunque aún no hay cifras definitivas que muestren el impacto del SICOV en la disminución de accidentes, se espera que con el tiempo se refleje un descenso en la siniestralidad, impulsado por estas mejoras en la formación y control de conductores.