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En Colombia, las motocicletas han adquirido un papel protagónico en la movilidad urbana, representando el 60% del parque automotor del país. Este auge se debe a factores principalmente económicos y de transporte, ya que las motos permiten a los conductores sortear con mayor facilidad los congestionados trancones de las ciudades. Sin embargo, el uso del casco ha sido un tema crucial de seguridad vial, y las autoridades de tránsito han implementado sanciones severas para quienes no cumplan con esta medida de protección.

Recientemente, el Congreso aprobó una reforma al Código Nacional de Tránsito que ha generado controversia, especialmente entre los motociclistas. Esta modificación, que cambia el artículo 131, establece que en ciertos casos de infracciones, como el no uso del casco, ya no se procederá con la inmovilización de la motocicleta, lo que ha sorprendido a muchos.

Hasta ahora, los motociclistas sorprendidos sin casco enfrentaban no solo una multa, sino también la inmovilización de su vehículo, lo que generaba costos adicionales por el servicio de grúa y parqueadero. Con la nueva normativa, los conductores tendrán una oportunidad para subsanar la infracción antes de que se proceda con la inmovilización. Según César Ospina, experto en movilidad, los motociclistas tendrán hasta 60 minutos para conseguir un casco o pedirlo prestado. Si logran hacerlo dentro del plazo, se evitará la inmovilización. De no subsanar la falta en el tiempo estipulado, sí se procederá con la inmovilización del vehículo.

Este cambio es visto como una medida favorable para los motociclistas, ya que les permitirá evitar los costos elevados asociados a la inmovilización, que pueden superar los 300.000 pesos, sin contar con la multa. Además del uso del casco, la reforma también incluye otras infracciones que antes conllevaban la inmovilización de la motocicleta. Por ejemplo, el estacionamiento indebido, circular en contravía, no detenerse ante señales de tránsito o conducir en zonas no autorizadas (como aceras o áreas peatonales), ya no implicarán automáticamente la inmovilización del vehículo.

El objetivo de esta reforma, según el senador Gustavo Moreno, impulsor de la modificación, es aplicar sanciones más proporcionales y justas, buscando evitar castigos excesivos que afecten económicamente a los motociclistas, especialmente aquellos que dependen de su vehículo para su sustento diario. Así, la inmovilización de una motocicleta se reservaría solo para infracciones graves o aquellas que representen un peligro inminente para la seguridad vial.

Aunque la reforma ha sido bien recibida por los motociclistas, las autoridades de tránsito han enfatizado que el uso del casco sigue siendo esencial para la seguridad en las vías. La reducción de sanciones por no usar casco no implica que este comportamiento sea menos riesgoso, ya que el casco sigue siendo una medida crucial para evitar lesiones graves en caso de accidentes. Expertos en movilidad instan a los motociclistas a continuar siendo conscientes de los riesgos a los que se exponen al conducir sin él, a pesar de los cambios en la normativa.

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