Debate sobre movilidad urbana genera controversia en el Concejo capitalino.
Una iniciativa para limitar el acceso de vehículos de carga pesada al perímetro urbano de Bogotá ha generado un intenso debate en el Concejo Distrital. La propuesta surge como respuesta a las preocupantes estadísticas de mortalidad vial que enfrenta la capital colombiana.
Crisis de seguridad vial en cifras.
La edil Cristina Calderón Restrepo, representante del Nuevo Liberalismo, presentó durante una sesión de control político datos alarmantes sobre la situación vial bogotana. Según las estadísticas oficiales, durante 2024 se registraron 223 fallecimientos por accidentes de tránsito, una cifra que la concejal califica como una emergencia humanitaria más que un problema técnico.
A pesar de que los indicadores muestran una reducción del 15% en la accidentalidad comparado con el período anterior, la ciudad continúa alejada de cumplir los objetivos de la iniciativa Visión Cero, programa que busca eliminar por completo las muertes en las vías públicas.
Críticas al plan distrital actual.
La cabildante expresó severas objeciones al Plan Distrital de Seguridad Vial vigente, caracterizándolo como un documento sin sustancia real que carece de metas específicas, responsables claramente identificados y estrategias ejecutables. Esta evaluación sirvió de base para fundamentar su propuesta de restricción vehicular.
La iniciativa central consiste en impedir el ingreso de tractomulas al área metropolitana de Bogotá, argumentando que el sistema logístico actual ha quedado obsoleto y constituye un elemento determinante en el deterioro de la movilidad urbana.
Análisis de la propuesta: beneficios y riesgos.
Argumentos a favor:
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- Reducción potencial de la congestión vehicular.
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- Disminución de riesgos de accidentes con vehículos pesados.
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- Modernización del sistema logístico urbano.
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- Mejora en la calidad del aire y reducción de emisiones.
Preocupaciones expresadas:
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- Posible interrupción de cadenas de suministro esenciales.
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- Impacto económico en sectores comerciales y de abastecimiento.
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- Necesidad de alternativas logísticas antes de implementar restricciones.
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- Efectos en los precios de productos básicos.
Limitaciones presupuestales en infraestructura.
Otro aspecto crítico señalado durante el debate fue la distribución presupuestal para mejoras viales. De los $1,1 billones asignados al sector movilidad, únicamente $131.000 millones se destinan a señalización, lo que representa una proporción que algunos consideran insuficiente para abordar la magnitud de los desafíos.
La concejal también cuestionó el empleo de «guías de movilidad» como alternativa a agentes de tránsito capacitados o soluciones tecnológicas avanzadas, sugiriendo que existen recursos más efectivos para mejorar la seguridad vial.
Avances registrados en seguridad vial.
Pese a las críticas, es importante reconocer los progresos alcanzados. Bogotá logró reducir su tasa de mortalidad vial a 7,1 muertes por cada 100.000 habitantes en 2024, posicionándose como la mejor marca entre las principales ciudades del país.
Durante los primeros meses de 2025, se mantuvo la tendencia descendente con una disminución adicional del 15% en fallecimientos. Paralelamente, estudios independientes de Johns Hopkins documentaron una mejora en el comportamiento de conductores, con una reducción del porcentaje de quienes exceden límites de velocidad, pasando del 42% al 30%.
Estrategias implementadas por la administración.
La Secretaría de Movilidad ha desarrollado diversas iniciativas para fortalecer la seguridad vial:
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- Incremento en la instalación de señalización vial.
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- Implementación de controles de velocidad más rigurosos.
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- Instalación de reductores de velocidad tipo parabólico.
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- Desarrollo de campañas educativas como «No más muertes en las vías».
Análisis de la mortalidad vial.
Un dato significativo es que el 89% de las víctimas fatales en 2024 correspondieron a usuarios vulnerables de la vía: motociclistas, peatones y ciclistas. Esta estadística refuerza la importancia de implementar medidas específicas para proteger a estos grupos.
Perspectivas y reacciones.
La propuesta ha generado división tanto en el Concejo como en la opinión pública. Los defensores la consideran un paso necesario hacia una movilidad más sostenible y centrada en las necesidades urbanas. Los detractores alertan sobre potenciales disrupciones en el transporte de mercancías que podrían generar desabastecimientos o presiones inflacionarias.
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